A nuestro lado
Gracias, querida M. Mª del Mar, por estar siempre a nuestro lado, por olvidarte siempre de ti misma para darte a los demás.
Gracias por enseñarnos que solo el Amor nos hace grandes. Tu presencia sigue viva entre nosotras.
¡Bendícenos desde el Cielo!
Comparto su ponencia con respecto a las Bienaventuranzas, sin animo de contradecir, en la vida real y en estos tiempos muy dificiles como sucede en mi Pais el Perú y su capital Lima, debo decirle que tanto en los extractos sociales sea en la vida religiosa, en los medios civiles como son la política y organizaciones empresariales no hay tal bienaventuranzas, siento decirle que hay tal hambruna, desorientación, y desigualdad ecónomica, he oido de la voz del Cardenal de mi pais que la iglesia no es un centro de asistencial en la necesidad del pobre o necesitado, entonces como creen que una persona de caracteristica de necesidad pueda entender de Dios y la vida católica, si lo primero hay que alimentar al hambriento, según el Cardenal Cipriani eso le corresponde al gobierno y estamentos organizativos si bien sabemos que no llega ayuda ni apoyo al desvalido, antes las iglesias tenian y daban coherentemente al verdadero necesitado, porque consideramos que está viviendo y compliendo las normas de nuestra fe católica que reciprocamente toman conciencia con nuestra fe nuestros necesitados, en esto la iglesia ha fracasado con la importancia de su papel de demostrar que son discipulos y apostoles de nuestra fe católica y esto es sin caer en intereses mesquinos u oportunistas.
ResponderEliminarAhora desde lo alto velará por nosotros, pero sigamos sus consejos, pues la razón última de la existencia, es vivir para hacer felices a los demás, ya que lo más maravilloso de la vida consiste en darse, en ofrecerse en actitud de servicio a los demás.
ResponderEliminar¡Mucha dicha en tu nueva morada!
Que lindas :)
ResponderEliminarAmen!
ResponderEliminarSiempre en unión de oración y Eucaristía, de la mano de María...
Denisza Meszaros
Sor María del Mar, si estuviera viva nos diría a tod@s:" dejaros de pamplinas y de homenajes y vivir según el Amor con que Cristo nos amó. Quereros los unos a los otros viviendo el Evangelio, que es la mejor Regla de vida que podemos tener y dejaros de tonterías...."
ResponderEliminarCreo que estas palabras podían salir muy fácilmente de su boca.
Julián Puras (sacerdote), amigo de Sor María del Mar