Otra vez, el
calendario litúrgico nos hace el regalo de rememorar, revivir la pasión muerte
y resurrección del Señor. Nuestros autores y autoras cistercienses tienen
hermosísimos textos para meditar en este “tiempo favorable” y así convertir
nuestra vida uniéndonos más fuerte y amorosamente al Señor que nos salva. Citamos
un pequeño párrafo de un texto de San Elredo de rieval que nos ilustra sobre lo que el
Señor Jesucristo ha realizado en orden a nuestra redención:
“No cabe duda
que nuestro Señor Jesucristo ha realizado
nuestra salvación[1] Ahora
bien, de la misma cruz de Jesús hemos de aprender el modo de vivir. ¿De vivir,
digo, o de morir? Mas bien de vivir y de morir. De morir para el mundo, de
vivir para Dios. De morir a los vicios y de vivir para las virtudes. De morir a
la carne, pero de vivir para el espíritu. Por tanto, en la cruz de Cristo está
la muere y en la cruz de Cristo está la vida. En ella está la muerte de la
muerte y la vida de la vida; la muerte de los pecados y la vida de las
virtudes; la muerte de la carne y la vida del espíritu. ¿Por qué Dios eligió
este género de muerte? Sin duda porque es
un misterio y un ejemplo. También porque nuestro mal era tal que
convenía este remedio”[2].
La
Congregación Cisterciense de Castilla desea a todos una vivencia profunda de
este Misterio de nuestra redención.
[2] Elredo De Rieval, Sermones
Litúrgicos. Segunda colección de Claraval. Tomo III. Sermones 29-46,
Ediciones Monte Carmelo, Burgos 2010, p. 146.
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