El Tiempo de Adviento es tiempo de espera y esperanza. Tiempo para
revisar nuestra fe.
Los cristianos esperamos la venida del Señor en el comienzo de este
año litúrgico para revisar nuestra fe y
nuestra manera de creer. Ver si nuestra fe es activa o se está convirtiendo en algo rutinario
y sin proceso de crecimiento. No podemos
esperar al Señor si nuestra fe está apagándose. El adviento nos invita a revisar
nuestra fe en este momento de nuestra historia personal donde el tiempo va marcando nuestra existencia humana avanzando y sin detenerse.
De la mano de María, nuestra Madre, comenzamos este camino de
espera y este nuevo año litúrgico. Que
Ella nos acompañe siempre en el descubrimiento de la Presencia de Dios entre
nosotros y, de su mano podamos decir:
¡Ven, Señor Jesús!
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